lunes, 28 de abril de 2014

El tragabolas

Y llegó, como no podía ser de otra manera, la “penúltima” ocurrencia de nuestros gestores. Ya no tenemos Internet. ¿Qué vamos a hacer durante las largas y soporíferas tardes de guardia en las que Esculapio, dios de la Salud, protege a nuestros conciudadanos leoneses de enfermar y nos da un pequeño descanso? Se acabaron aquellos viajes imaginarios a playas de arena dorada, a naturalezas salvajes o a paisajes en “Photo-shop” cuando organizábamos nuestras vacaciones; o la incertidumbre de batirse a si mismo en el “Candy Crush”, superando niveles en una orgía de caramelos, chicles y piruletas. Adiós a las conversaciones en código binario con amigos/as virtuales de dos dígitos y a los devaneos extramatrimoniales y fantasías sexuales con “labios ardientes”, “tu vecina del quinto” o la “profesora de francés”. No se que vamos a hacer. Vamos a tener que volver a estudiar medicina o subir de nivel.

Sí, curiosamente algunos de nuestros compañeros podrán seguir utilizando Internet sin tanta censura. Depende del “nivel” al que pertenezcas (mejor si lo hubiesen llamado “casta”). La voluntad divina ha determinado que los Jefes de Servicio, los Jefes de Sección, los coordinadores (una nueva especie que desconocía) y, los que se han autoproclamado, el personal directivo y de soporte directivo (¿quién cojones son estos?) tengan acceso a contenidos a los que el resto de trabajadores están vetados. El nivel más alto, el nivel 5, lo ostenta el personal directivo y de soporte (¿?) que pueden acceder a contenidos en “streaming” (es decir “You tube” y páginas porno) y redes sociales (“candy crush” en Facebook). Aunque al principio esta ocurrencia me pareció humillante, pensándolo bien es bueno que se les permita a esta gente dedicar su tiempo a estos esparcimientos. El tiempo que dediquen a esto no lo usarán para joder al prójimo haciendo normas estúpidas como esta. Y ya para acabar de rematarla existe un nivel 6 de acceso ilimitado para..., para quien se les ponga en la punta del nabo. Tendríamos que exigir conocer a quien y porqué se le concede este privilegio. Una arbitrariedad más en este santo Hospital.

Yo me he quedado a mitad de la tabla, en el nivel 3 con las enfermeras. Puedo ver a Maldonado en la página del tiempo.es (al menos por ahora). Pero no me quejo, podía ser peor, podía estar en el nivel 1. Aquí están, según debe pensar la gerencia, los adictos a Internet, que aprovechan cualquier momento para dejar el trabajo y pegarse a una pantalla, y aquellos otros que para que se les va a dar un permiso si no saben ni encender el ordenador. A este grupo pertenecen las auxiliares, los celadores, las secretarias o los pinches de cocina, entre otros. Los llaman usuarios por defecto y no tienen acceso a nada. Sólo al Bocyl. Que se lo metan por donde les quepa, pensarán. No me imagino como la gerencia puede denigrar más a trabajadores de este hospital ¿Y quién pertenece al nivel 2? Existe pero no está asignado a nadie. ¿Se pueden hacer peor las cosas? Si Jorge Javier Vázquez se entera salimos en “Sálvame”.

Pero lo más curioso de todo esto es que ningún sindicato, ningún colegio de enfermería o médico o de lo que sea, o que la Junta de Personal de este Hospital (¿alguien sabe para que sirve?) no hayan hecho ni dicho nada. Además no se conforman con hacerlo, sino que además lo anuncian y lo cuelgan en la Intranet del hospital. Podían haber sido más discretos con los apestados del hospital y haberlo hecho a escondidas, como tantas otras cosas. Lo justo y sensato es que todos tuviésemos el mismo acceso a Internet. Pero como siempre a tragar y a tragar con todo lo que nos echen, como “el tragabolas”. Y luego quieren que nos pongamos una cinta de colores al cuello. Será para ahorcarnos. Total, no vamos a protestar.