sábado, 3 de agosto de 2013

Refor(más) de lo mismo y 1ª ley del gestor-político.

A “nuestros” políticos se les llena la boca día tras día diciéndonos que en unos meses a este país no le va a conocer ni la madre que le parió debido a las innumerables reformas que están realizando en sanidad, justicia, educación,.... Yo no puedo hablar de lo que no conozco pero lo que es en sanidad, que es donde trabajo, reforma, reforma, ninguna. Cosas si han hecho, no digo que no, pero todas son parches para ahorrar cuatro duros aquí y allá. No han tenido el valor de hacer las necesarias reformas que está pidiendo a gritos el sistema sanitario en este país.

Hace que no veo a uno de los muchos gestores de este hospital meses. Y como nunca vienen y comprueban con sus propios ojos lo que realmente está pasando, no tienen la menor idea del daño que están provocando sus “reformas”. En un tiempo récord han conseguido que la gente esté mas asqueada que nunca; que por la diferente vara de medir con la que han aplicado los recortes entre los diferentes grupos profesionales (médicos, enfermería,...) nuestra relación haya empeorado sensiblemente; que cada vez tengamos menos aprecio a esta, nuestra “casa”, y a la menor oportunidad les mandes al cuerno y que se arreglen como puedan (“a ver si operan a un cuñado y me saco unos días”); que..., en definitiva y lo que es mucho peor, LES IMPORTE UN BLEDO LOS PACIENTES.

Hace un año en la consulta que paso todos los miércoles veía más o menos unos veinte pacientes. Desde las 9:00 de la mañana hasta las 13:00 horas. Ahora veo cuarenta como mínimo, lo que supone menos de seis minutos por paciente, bastante lejos de los 10 minutos considerados como el mínimo decente para prestar una asistencia médica adecuada a un paciente. Pero lo peor no es eso, si no que al día siguiente estoy mirando al techo porque no tengo ningún trabajo asignado. Y en cuanto a la cirugía, tres cuartos de lo mismo. La dirección decide rescindir el contrato a un grupo de compañeros que operaban por las tardes para ahorrarse dinero. La consecuencia lógica es el aumento de las listas de espera. Han tenido que morir varios pacientes que estaban pendientes de ser intervenidos para que de inmediato vuelvan a contratarlos y abran de nuevo los quirófanos de tarde. Esto ha sido sólo tres meses después de haberlos echado. Esta es la famosa “gestión a demanda”, en donde la planificación brilla por su ausencia. También podríamos hablar de las jubilaciones forzosas según para quien, y de tantas otras cosas de las que incluso no me atrevo ni a hablar.

Cuando buscamos un profesional del tipo que sea, todos queremos a alguien que desempeñe bien su trabajo. Queremos un buen médico, un buen mecánico, un buen abogado. Podemos elegir entre muchos e intentamos informarnos de su competencia por diferentes medios. A los gestores o políticos no los hemos elegido nosotros. Se van eligiendo entre ellos, y por una ley que nadie me podrá rebatir, su aptitud para gestionar lo que tienen entre manos va disminuyendo día a día, gestor a gestor y político a político, según van cambiando su culo de un sillón al inmediatamente “superior”. Esto, de facto, está regulado por la primera ley del gestor o ley: “de aquí no me echa ni Dios”.

APTITUD DEL GESTOR = 1 / tiempo de ejercicio (o n.º de puestos por los que ha pasado). O lo que es lo mismo, la aptitud del gestor es inversamente proporcional al tiempo trabajado.

Esto lleva inequívocamente a que la incapacidad de esta casta privilegiada se expanda sin fin por todos los ámbitos de nuestra sociedad. Que Dios nos coja confesados (ya que no es capaz de echarlos).